Apuntes y comentarios de Historia de España para 2 Curso de Bachillerato escritos por la profesora Ana Galván Romarate-Zabala. Si los utilizas, cita las fuentes.
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miércoles, 1 de febrero de 2012

TEMA 13 LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA

La II República ante los principales problemas de España: las reformas políticas, sociales y económicas

1. Introducción

En un clima de crisis y de cada vez mayor oposición a la monarquía, el 12 de abril de 1931 el gobierno en el poder -dirigido por el Almirante Aznar que sustituía al general Berenguer- tras la etapa de la dictadura de Primo de Rivera, convocó elecciones municipales para el 12 de abril de 1931. En número de concejales las elecciones las ganaron los partidos monárquicos, pero en las ciudades, la victoria fue para los republicanos. En realidad, estas elecciones, que eran simplemente municipales, fueron interpretadas por los partidos de izquierda como una especie de plebiscito entre monarquía y república. El Almirante Aznar ante esta situación exclamó: España se acostó monárquica y amaneció republicana. El pueblo de Eibar (Guipuzcoa) fue el primero en proclamar el día 14 de abril la II República (a las 6 de la mañana). El rey Alfonso XIII, haciendo en cierto sentido dejación de sus funciones, y bajo el argumento de que así deseaba evitar una guerra civil, abandonó España dirigiéndose al exilio en Francia.

La II República fue recibida en un ambiente de euforia y de esperanza. Pero un mes después, en Madrid, un grupo de exaltados saquea e incencia varios edificios religiosos. El gobierno no toma medidas ante estos actos anticlericales, que se extienden por otras ciudades españolas. Después de tres días de violencia , más de un centenar de edificios religiosos han sido incendiados por todo el país. Las relaciones entre la República y la Iglesia católica no harán sino empeorar a partir de entonces.

La II República se extiende desde el año 1931 hasta el año 1936. Acabó dramáticamente: el choque de las dos Españas desembocaría en una terrible guerra civil (1936-39).

2. Las reformas políticas de la II República española

-El nuevo régimen político nacía con una clara voluntad reformadora, con el sueño de cambiar muchas cosas a la vez y en pocos años. España era por aquel entonces un país subdesarrollado, con un débil sector industrial y con un 60% de sus 23 millones y medio de habitantes dedicados a la agricultura, en un medio como era el rural, marcado por la pobreza extrema y por trabajos mal pagados. El analfabetismo campaba a sus anchas (de cada 100 españoles, 44 no saben leer ni escribir).

-El objetivo del nuevo gobierno era transformar el Estado en un sentido moderno, laico y democrático. Pero este afán reformista chocaría con la oposición de una parte del ejército; de la oligarquía económica, que veía peligrar así sus intereses; de la Iglesia, por el carácter anticlerical de muchas medidas; y de los movimientos obreros anarquistas (FAI, CNT) que consideraron estas medidas insuficientes y burguesas. El panorama político era extraordinariamente complejo con una gran diversidad de ideologías y partidos políticos que van a dar una gran inestabilidad gubernamental a este periodo histórico, restándolo eficacia: había republicanos de derecha; republicanos de izquierda; organizaciones obreras; regionalistas; partidos monárquicos; partidos carlistas; partidos de derechas contrarios a la República como la Ceda; grupos de extrema derecha como la Falange de José Antonio Primo de Rivera, etc.

Podemos dividir la II República en varias etapas:

a)Una vez proclamada la II República, se creó un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá-Zamora, un político republicano de derechas que más tarde dimitiría (octubre de 1931) por el sesgo anticlerical que estaba tomando la II República. Alcalá-Zamora convocó elecciones a Cortes el 28 de junio de 1931, en las que pudieron votar los hombres mayores de 23 años (sufragio universal masculino). Estas elecciones fueron ganadas por los republicanos-socialistas que formaron un gobierno presidido por Manuel Azaña, siendo el Presidente de la República Niceto Alcalá Zamora. Se inició así el llamado Bienio Republicano-socialista (1931-1933), una etapa en la que los partidos de izquierda llevaron a cabo toda una serie de reformas cuyo propósito era afrontar los graves problemas de España. El marco legal de estas reformas fue la importantísima Constitución de 1931, que podemos definir como “de izquierdas”. En ella se recogían aspectos esenciales de este sistema político: Cortes unicamerales o Congreso de los Diputados; sufragio universal masculino y femenino para mayores de 23 años; el presidente de la República era elegido por las Cortes por un periodo de seis años y podía nombrar o destituir al jefe de gobierno, promulgar las leyes y disolver las Cortes, aunque su actuación estaba subordinada al poder legislativo; se reconocieron las libertades individuales y los derechos sociales y políticos tanto para hombres como para mujeres. Se estableció la libertad religiosa, la libertad de expresión, asociación, reunión; se permitió el matrimonio civil y el divorcio… La estructura del Estado era unitaria, pero se reconocía el derecho de autonomía a los municipios y regiones. Los nacionalistas reclamaron una nueva organización territorial que recogiese las aspiraciones de autogobierno pendientes desde el siglo XIX. Hubo, así, proyectos autonomistas en el País Vasco, Galicia, Valencia, Baleares, Andalucía… que se vieron frenadas por el advenimiento de la guerra civil.

b) La segunda etapa de la II República fue el Bienio derechista o conservador (1933-36), dominado por una coalición de partidos de derecha. En las elecciones de noviembre-diciembre de 1933 ganó la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) liderada por Gil Robles y el centrista Partido Radical. Revisaron toda la obra reformista del bienio republicano-socialista y en gran parte intentaron detener las reformas de la etapa anterior.

En esta etapa hubo momentos críticos como la revolución de octubre de 1934 en Asturias, llevada a cabo por parte de comunistas, anarquistas y socialistas. La gravedad de los enfrentamientos y la brutalidad de la represión fueron un antecedente de la guerra civil. Fue fue duramente reprimida.

c) Finalmente, la última etapa de la II República coincide con el triunfo electoral de febrero de 1936 de una nueva coalición de izquierdas llamada el Frente Popular (PSOE, PCE, UGT…). Fue una etapa de gran inestabilidad en la que se produjo un levantamiento militar –con la participación del general Franco en julio de 1936- con el resultado de una tremenda guerra civil (1936-1939).

3. Las reformas económicas de la II República española

-Durante la II República la economía no vivió su mejor momento: se produjo una gran crisis económica a nivel mundial, que surgió en gran parte con el crack de Nueva York de 1929 y que afectaría a España, desestabilizando la economía y la sociedad, lo que incrementó los problemas del nuevo régimen. El desempleo va a ser en esta etapa uno de los problemas más graves, como la situación agraria que se pretende solucionar mediante reformas. La España de los años treinta fue, más que nunca, la de un gran “hambre” de tierra y trabajo.

Reforma agraria

Durante el bienio republicano-socialista se intentó realizar una profunda reforma agraria. En 1932 se aprobó en el parlamento la Ley de Reforma Agraria, con la oposición de los partidos de derechas.

Los objetivos de esta reforma fueron tres:

a) Objetivo social: entregar tierras a los campesinos a fin de obtener su apoyo para afianzar el recién nacido régimen republicano y al mismo tiempo evitar conflictos y revueltas sociales en las zonas rurales. Terminar con los latifundios.

b) Objetivo político: eliminar el poder económico de los grandes terratenientes en su inmensa mayoría monárquicos.

c) Objetivo económico: incrementar la producción total del sector agrario y elevar el nivel de renta del campesinado que aumentaría sus niveles de consumo y estimularía así el desarrollo de las actividades industriales y comerciales españolas.

La Ley de la reforma agraria establecía la expropiación, sin indemnización de las tierras de los Grandes de España, y con indemnización, de las grandes fincas no cultivadas directamente por los propietarios, las tierras deficientemente cultivadas y las no regadas en zonas de regadíos. Pero la división de opiniones sobre este tema por parte de los partidos, la oposición de los propietarios afectados, la complejidad de la ley, la falta de presupuesto para pagar las indemnizaciones, las carencias técnicas y organizativas se tradujeron en la ineficaz aplicación de la reforma, lo que provocó el descontento del campesinado. Además, en la etapa del bienio derechista (1934-1936), se paralizó esta reforma agraria y se devolvió a los Grandes de España las propiedades que les confiscara el gobierno republicano-socialista.

4. Las reformas sociales de la II República

Reforma educativa

Durante el bienio republicano-socialista se intentó reformar profundamente el sistema educativo español. Faltaban tantas escuelas y maestros como los que en ese momento había. Así, se incrementó en un 50% el dinero destinado a gastos educativos, construyéndose 13.500 escuelas para luchar contra el analfabetismo. Se centraron mucho en las escuelas primarias, impulsándose proyectos pedagógicos innovadores. Surgieron Misiones Pedagógicas para llevar la instrucción y cultura a los pueblos. Se mejoró la enseñanza secundaria y se potenció la investigación universitaria. Hay que recordar que en la Constitución de 1931 se declaró la escuela primaria obligatoria, gratuita y mixta. Pero, una vez más, la falta de fondos hizo difícil llevar a buen término una reforma educativa en condiciones.

Reforma religiosa (anticlerical)

Durante el bienio republicano-socialista (1931-33), el gobierno pretendió eliminar el poder y la influencia social de la Iglesia, lo cual enfureció a los católicos. Según la Constitución de 1931: el Estado se declaró no confesional, estableciéndose la separación Iglesia-Estado, instaurándose un régimen laico. Se prohibió además a las órdenes religiosas ejercer la enseñanza. Sólo se permitía el culto privado, por lo tanto para llevar a cabo ceremonias religiosas públicas se exigía autorización gubernamental. Se suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa en los colegios, la eliminación de los crucifijos en las escuelas e incluso obligaron a la orden de la Compañía de Jesús (jesuitas) a disolverse y se confiscaron todos sus bienes. La cuestión religiosa se convirtió así en un grave problema que acentuó el enfrentamiento entre los españoles. El anticlericalismo está en la base de todas estas medidas.

Reforma militar

-La necesaria transformación de las fuerzas armadas fue impulsada durante el bienio republicano-socialista por Manuel Azaña. Fue una tarea muy espinosa. El objetivo era doble: someter al ejército al poder civil gubernamental y en segundo lugar reducir el número de oficiales (de 21.000 a 8.000) para ajustarlo a las necesidades reales y a la capacidad presupuestaria del país. Hay que recordar que el ejército era sospechoso de devoción a la monarquía. Pretendían así asegurar la lealtad del ejército a la República y racionalizar su estructura organizativa para hacerla más eficaz. Se acusó a Azaña de querer “triturar al ejército” y muchos verán en este político el origen de sus males y desprestigio. Así, los militares fueron arrinconados social e ideológicamente. La reforma militar fue mal recibida por un sector del ejército.

5. Conclusión

La II República española se instauró en 1931 y se prolongó hasta el año 1936. Durante esta etapa se emprendió toda una serie de reformas necesarias para democratizar y modernizar España, a pesar de la desfavorable coyuntura internacional, dominada por la crisis económica y la ascensión de regímenes políticos totalitarios: comunismo, fascismos y desde 1933 el nazismo alemán.

En conclusión, diríamos en palabras de F. García de Cortázar que la Dictadura de Primo de Rivera había gobernado sin reformar mientras que los republicanos quisieron reformar e innovar pero gobernaron dificultosamente.

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