Apuntes y comentarios de Historia de España para 2 Curso de Bachillerato escritos por la profesora Ana Galván Romarate-Zabala. Si los utilizas, cita las fuentes.
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miércoles, 25 de abril de 2012

ACTIVIDAD 4. ACTIVIDAD SOBRE EL "MENSAJE DE LA CORONA"

ACTIVIDAD 4 SOBRE EL COMENTARIO DE TEXTO MENSAJE DE LA CORONA

Responded a las siguientes cuestiones después de haber leído este texto: pinchando aquí

1. ¿Quién es el autor del texto?

2. ¿Qué tipo de texto es? ¿y el destinatario?

3. ¿Cuál es el marco histórico?

4. Define los siguientes conceptos relacionados con el texto:

a) incumbe
b) trascendental
c) ahínco
d) sucesor de Franco "a título de rey"
e) Cortes franquistas
f) consenso
g) Fuerzas Armadas

5. Señala cuatro ideas fundamentales del texto.

lunes, 23 de abril de 2012

AVISO A TODOS LOS GRUPOS DE 2 DE BACHILLERATO DE HISTORIA DE ESPAÑA

Saludos,
La conferencia que se iba a celebrar el próximo miércoles ha sido suspendida. Por lo tanto, seguiremos con el desarrollo habitual de las clases y empezaremos el tema de la Transición.

domingo, 22 de abril de 2012

Saludos,
Aquí tenéis el tema de la TRANSICIÓN HACIA LA DEMOCRACIA (con fotos)
Y aquí, el tema sin fotos:

TEMA 3. LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA

1. INTRODUCCIÓN. LA PECULIARIDAD DE LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA

2. EL GOBIERNO DE ARIAS NAVARRO (NOVIEMBRE 1975-JULIO 1976)

3. LOS GOBIERNOS DE ADOLFO SÚAREZ

3.1. El primer gobierno de Adolfo Suárez (julio 1976-junio 1977)
3.2. El segundo gobierno de Adolfo Suárez. El período constituyente (junio 1977-marzo 1979)
3.3. El tercer gobierno de Adolfo Suárez 

4. EL GOBIERNO DE CALVO SOTELO

4.1. El intento del Golpe de Estado del 23 F
4.2. El ingreso en la OTAN
4.3. La debacle de la UCD y el triunfo de Felipe González

5. CONCLUSIÓN

1. INTRODUCCIÓN. LA PECULIARIDAD DE LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA

 -Denominamos Transición democrática a la etapa comprendida entre la muerte de Franco en 1975 y la victoria electoral del PSOE en 1982, si bien cabe puntualizar que no todos los analistas coinciden en estas fechas de inicio y finalización . Se abre así, una nueva etapa en nuestra historia de gran complejidad. En este periodo se instauran las instituciones democráticas tras la férrea dictadura franquista. 

- La Transición española ha de integrarse en un contexto universal que experimentaron varios países europeos con la desaparición de regímenes dictatoriales y su transformación en democracias (Ej. Grecia o Portugal). Por otro lado, se ha convertido en un ejemplo modélico de este tipo de transformación política.  

- El historiador Javier Tusell ha señalado la peculiaridad de la vía española hacia la democracia. En primer lugar, antes de que tuviera lugar la transición política se produjo una profunda transformación que no sólo fue económica sino que también afectó a las pautas de comportamiento cultural y social de los españoles. Un grado de cambio social y cultural como el español no se dio en otros países que emprendieron la transición a la democracia. 
- En España hubo otro factor muy original a tener en cuenta que fue la existencia de la institución monárquica: desde hace mucho tiempo no es habitual en ninguna parte del mundo la restauración de monarquías y menos aún que éstas vengan acompañando al establecimiento de regímenes democráticos.  No hay que olvidar el sucesor de Franco como Jefe de Estado, a título de Rey, Juan Carlos de Borbón, había sido elegido por el propio Dictador. Y hasta noviembre de 1975 el príncipe se había mantenido en un discretísimo segundo plano, siguiendo las pautas marcadas por Franco. En efecto, Juan Carlos de Borbón fue proclamado Rey el 22 de noviembre de 1975, ante las Cortes franquistas. Inició así su reinado sin salirse de los cauces que le marcaba la legalidad franquista. Pero en su discurso se mostró abierto a iniciar la transformación del sistema político español, manifestando su deseo de ser el”rey de todos los españoles”. Aunque empezaba a ser popular, era un desconocido para la mayoría de los españoles. El Rey fue una figura clave en la transición.

-También debemos señalar que lo verdaderamente relevante y singular del proceso español es que en España no hubo ruptura con el pasado inmediato, sino una reforma tan a fondo que cambió la base esencial del sistema político pero sin que ello supusiera traumas sociales graves.  Se realizó desde el mismo interior del régimen. Fue un proceso a medio camino entre reforma y ruptura. En consecuencia, la Transición fue posible gracias al pacto o consenso entre las distintas tendencias políticas en España: las izquierdas, el centro y las derechas. Fue consecuencia, por tanto, del deseo de reconciliación nacional entre gentes ideológicamente muy dispares, desde los  herederos más aperturistas del Franquismo, hasta los comunistas , los socialistas, los nuevos partidos que van surgiendo e incluso amplios sectores de la Iglesia, con el cardenal Tarancón a la cabeza.  Es claro que fue acompañada, estimulada y servida por el propio talante de la sociedad española. La transición fue una tarea colectiva. Los responsables de la transición fueron el Rey Juan Carlos I, los políticos Adolfo Suárez y Torcuato Fernández Miranda y, por supuesto el pueblo español, quien en última instancia, fue el responsable máximo del advenimiento de la democracia. Se dio un paso de gigante de reconciliación nacional.
-Otro factor importante a tener en cuenta fue que en la transición española desempeñó un papel de extremada importancia el recuerdo del pasado. El fantasma de la guerra civil planeaba sobre la situación política: existían grupos muy radicales de extrema izquierda y extrema derecha. El régimen de Franco había sido resultado de una guerra civil y ésta lo había fundamentado a lo largo de toda su existencia. Sin embargo, con el paso del tiempo, la guerra civil dejó de ser la base fundacional del régimen y se convirtió en el paradigma de lo que había que evitar una vez desaparecido Franco por parte de todos los sectores políticos. Así, los dirigentes políticos en muchas ocasiones moderaron sus apetencias de victoria sobre el adversario o procuraron encauzar hacia la convivencia a sus propios adversarios. 

-Expuestas las características generales del período, debemos analizar sus fases y acontecimientos más relevantes, entre los cuales podemos mencionar:

2. EL GOBIERNO DE ARIAS NAVARRO (NOVIEMBRE 1975-JULIO 1976)

-El 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte de Franco, se produjo el juramento del príncipe Juan Carlos como rey de España. Ese día, en su discurso ante las Cortes franquistas, proclamó su deseo de ser el “rey de todos los españoles”. El nuevo monarca contaba con escasísimos apoyos dentro del país . La izquierda acogió al nuevo rey al que apodaron como “Juan Carlos I el Breve” con abierta hostilidad. Criticaban que hubiera sido un Rey impuesto “por la gracia de Franco” . Tampoco el líder socialista, Felipe González –llamado Isidoro en la clandestinidad- creía en los propósitos democratizadores del rey.

-El que fuera Presidente del gobierno a la muerte de Franco, Carlos Arias Navarro, fue confirmado en su cargo. Arias Navarro simbolizaba un “Franquismo sin Franco”. Entre los ministros de este gobierno había representantes del antiguo régimen y otros políticos partidarios del cambio como Fraga, Areilza o Garrigues. El gobierno remitió a las Cortes una serie de proyectos de ley que ampliaron las libertades públicas (regulación de derechos de reunión y manifestación, de asociación política, de reforma de los sindicatos...). Pronto se produjo un enfrentamiento personal entre el presidente del gobierno y el joven monarca, partidario de una democratización plena. Así las cosas, se produjeron unas incendiarias declaraciones del Rey a la revista estadounidense Newsweek publicadas el 25 de abril de 1976 en las que calificaba a Arias Navarro como un “desastre sin paliativos”. En dicho enfrentamiento el rey contó con el apoyo de Torcuato Fernández Miranda (su profesor y consejero, y posteriormente presidente de las Cortes Franquistas y del Consejo del Reino) y figura clave de la Transición, y de Adolfo Suárez. Para entonces, el Rey tenía ya en mente el nombre del sucesor de Arias Navarro: Adolfo Suárez.  Adolfo Suárez era ministro y Secretario general del Movimiento del gobierno de Arias Navarro. 

- Finalmente toda una serie de problemas de orden público, oleadas huelguísticas y atentados terroristas de ETA y GRAPO forzaron, junto con la presión del monarca, la dimisión de Arias Navarro en julio de 1976. Más cesado que dimitido, Arias renunció a su cargo el 1 de julio de 1976. Su sucesor en la Presidencia del Gobierno fue Adolfo Suárez, elegido por el Rey para ocupar este cargo. Tenía tan sólo 43 años. Juan Carlos I intervino muy directamente en la composición del nuevo gobierno, el primero de la monarquía.

-En esta etapa, como ya en los últimos meses del Franquismo, se incrementó de forma considerable la actividad de la oposición así como el grado de politización de la vida pública española. Prueba de ello fue la creación de un organismo como la Coordinación Democrática, popularmente conocida como la Platajunta , que aunaba a las fuerzas políticas y sindicales contrarias al Régimen. La 
oposición de izquierdas incrementó su acción política en las calles en aquellos días para reclamar una ruptura total con el régimen de Franco. Deseban un “gobierno de concentración” que convocara elecciones constituyentes. Los primeros meses de 1976 transcurrieron en medio de oleadas de manifestaciones, protestas y huelgas exigiendo “amnistía y libertad”, el lema más coreado de la época.

3. LOS GOBIERNOS DE ADOLFO SUÁREZ

3.1. El primer gobierno de Adolfo Suárez (julio 1976-junio 1977)

La primera etapa de gobierno de Adolfo Suárez (julio 1976-junio 1977) presentó las siguientes características:
-A pesar de que muchos lo consideraban un joven político sin muchos méritos, procedente del Franquismo y sin apariencia reformista, su gabinete  será determinante para la restauración de la democracia en España. En efecto, El 5 de julio de 1976 Adolfo Suárez juró su cargo como nuevo Presidente del Gobierno. Este nombramiento causó sorpresa general, las críticas a la decisión del Rey fueron casi unánimes. Tanto la clase política como los medios de comunicación consideraban que Suárez carecía de categoría política para emprender las reformas que el país necesitaba. La opinión general era que el Rey había asumido un gran riesgo con este nombramiento. Fue una apuesta personal del Rey hacia Suárez.  Los miembros del nuevo gobierno de Suárez también fueron muy mal recibidos por la opinión pública. Junto a él destacaban las figuras de Torcuato Fernández Miranda, presidente de las Cortes y el Consejo del Reino y Manuel Gutiérrez Mellado , situado al frente del ejército. 
-Suárez consiguió la adhesión de los herederos del Régimen Franquista al proceso de reforma. El paso político más importante del gobierno de Suárez en este sentido fue la presentación en las Cortes para su aprobación de la Ley para la Reforma Política. Su autor principal era Torcuato Fernández-Miranda, gran jurista. El objetivo era transformar España en una democracia. Esta Ley fue el instrumento legal que permitió acabar legalmente con el franquismo. Consistía en pasar “de la ley a la ley a través de la ley». Lo paradójico del caso es que para entrar en vigor esta Ley, debía ser aprobada primero por las Cortes franquistas. Y las Cortes franquistas la aprobaron, produciéndose así el fenómeno llamado «hara-kiri franquista». La votación se produjo el 18 de noviembre de 1976. El camino a la democracia quedaba, así, abierto. Esta ley supuso un paso decisivo en la Transición española. El pueblo español la aprobó en referéndum el 15 de diciembre de 1976. La participación fue muy alta, un 77.4 % del censo electoral y ganó aplastantemente el si (94%). La ultraderecha que había defendido el NO, apenas superaba el 2%. El resultado fue un éxito contundente para el gobierno. 

-Todos los esfuerzos del gobierno estuvieron a punto de naufragar en enero de 1977, el mes más sangriento del proceso de Transición: asesinatos y secuestros llevados a cabo por el grupo terrorista Grapo; matanza de cinco abogados comunistas por parte de un grupo de ultraderecha en la calle Atocha de Madrid... El balance fue de diez muertos, quince heridos y dos altos representantes del Estado secuestrados. Y todo en una semana, que por eso ha sido denominada como la “semana negra” de la Transición. Finalmente, la policía liberó a los secuestrados por el Grapo.

- El telón de fondo de toda la Transición a la democracia fue la crisis económica, provocada, entre otros factores, por el aumento del precio del petróleo que elevó la inflación hasta el 20%.  Existía un peligro evidente de que la crisis provocara un estallido social que acabara con el proyecto de reforma. Por eso, en esta etapa se firmaron los llamados “Pactos de la Moncloa” del 1 de marzo de 1977. Fueron acuerdos llevados a cabo por el gobierno, los empresarios, los partidos políticos  y los sindicatos con el fin de elaborar un programa de estabilización y mejora ante la alarmante situación económica. Enrique Fuentes Quintana, que redactó el documento base de estos pactos señaló: «O los demócratas acaban con la crisis económica española o la crisis acaba con la democracia». 

-Suárez logró también la conformidad de la oposición con el proceso de reforma. Para ello  fue fundamental la legalización del PCE el 9 de abril de 1977. Fue una de las acciones más atrevidas y brillantes de Suárez. La legalización de este partido era necesaria para que existiera pluralismo político. La formación  comunista por su parte aceptó reconocer la monarquía, la unidad de España y la bandera nacional roja y gualda. El impacto de la noticia fue enorme, suscitando la oposición de una parte de la sociedad española. Hay que subrayar el papel fundamental que en la Transición a la democracia tuvo el líder comunista Santiago Carrillo.  Defendió a machamartillo la política de Reconciliación Nacional entre todos los españoles.

-Finalmente, el 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas  desde 1936. Se crearon coaliciones políticas y se prepararon programas electores. En total, se presentaron casi 600 partidos políticos. Así, se formó la Unión de Centro Democrático (UCD), el partido político de Adolfo Suárez que pretendía aglutinar al electorado moderado (centro derecha). A la derecha de la UCD se encontraba Alianza Popular (AP) dirigido por Manuel Fraga. Y a la izquierda el PSOE de Felipe González.  También concurrieron a las elecciones el Partido Nacionalista Vasco (PNV), etc. También participaron en las elecciones el PCE, los partidos nacionalistas vascos, como el PNV (Javier Arzalluz) o catalanes como Convergencia i Unió (CIU) de Jordi Pujol. Los partidos de ultraderecha como Fuerza Nueva no obtuvieron representación parlamentaria. La participación en las elecciones fue elevada, en  un ambiente tranquilo y esperanzado. El pueblo español apoyó mayoritariamente el cambio democrático, consiguiendo el triunfo la UCD (Unión de Centro Democrático) del presidente Suárez (34 % votos).

3.2. El segundo gobierno de Adolfo Suárez. El período constituyente (junio 1977-marzo 1979)
-Tras las elecciones de junio de 1977, Adolfo Suárez formó un nuevo gobierno, presidido por él mismo. 

-El 15 de octubre de 1977 las Cortes aprobaron la importantísima Ley de Amnistía que consideraba que “Quedan amnistiados: todos los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado, tipificados como delitos y faltas realizados con anterioridad al día 15 de diciembre de 1976” (...). En consecuencia, muchos presos políticos sin delitos de sangre (comunistas, sindicalistas, miembros de la ETA) consiguieran la libertad. Supuso un gran avance en la consecución de la democracia.

-Uno de los principales objetivos de Suárez en esta etapa fue la elaboración de una Constitución, una constitución democrática que fuera fruto del consenso de los partidos políticos con representación parlamentaria (centristas, socialistas, nacionalistas catalanes, de derechas, etc.) y aceptada por la práctica totalidad de las fuerzas políticas. La Constitución define a España como “un estado social y democrático de Derecho”, y como forma política establece “una monarquía parlamentaria”. Consagra las libertades y derechos de los ciudadanos y pone fin a la pena de muerte. Además sienta las bases para un estado descentralizado conocido como Estado de las Autonomías. El referéndum sobre la Constitución fue celebrado el 6 de diciembre de 1978 y sólo un 8% de los votos estuvo en contra de su aprobación. 
-Aprobada la Constitución, se disolvieron las Cortes y se convocaron nuevas elecciones (marzo 1979).

3.3. El tercer gobierno de Adolfo Suárez (marzo 1979-enero 1981)

-Entre 1979-81 tuvo lugar una nueva etapa en la Transición. En las elecciones de marzo de 1979 ganó la UCD por segunda y última vez, y volvió a gobernar en minoría. El panorama político de este período presentó los siguientes rasgos característicos:

-Se desarrolló el Estado de las Autonomías con la aprobación de estatutos y la celebración de elecciones autonómicas y municipales entre 1979-83.

-Se llevó a cabo una importante labor legislativa, aprobándose el Estatuto de los Trabajadores (1980).

-La oposición acometió reformas como la renuncia a la ideología marxista en el caso del PSOE, liderado por Felipe González, que pasa a constituirse en una especie de centro-izquierda capaz de atraer el voto de la clase media. Por su parte el PCE entró en crisis ante sus constantes disidencias y AP se reforzó con miembros de la UCD. 

-La amenaza más grave que existía y que podía poner en peligro la transición a la democracia era un posible golpe o pronunciamiento militar y el motivo elegido para llevarlo a cabo habría sido el terrorismo de ETA. Frente a lo que podía pensarse en principio, el fin del franquismo no trajo consigo la desaparición de la lucha armada de ETA. Esta organización terrorista, que contaba con apoyo de países extranjeros como Argelia, fue la responsable de la mayoría de los atentados en la etapa de la transición.  La ETA llevó a cabo en esos años terribles atentados terroristas: si en 1978 asesinaron a 78 personas, en 1979 a 85, en 1980, el más sangriento de la transición, a 100 españoles.

-El partido gobernante –la UCD- entró en crisis ante su división interna y la asfixiante oposición del PSOE a Suárez, llegando además a presentar una moción de censura contra él. La autoridad de Suárez en su partido, la UCD, resultaba cada vez más cuestionada y finalmente, decidió dimitir en enero de 1981. Fue sustituido por otro miembro de su partido, Leopoldo Calvo Sotelo, que será incapaz de detener la descomposición de la UCD.

4. EL GOBIERNO DE CALVO SOTELO

4.1. El intento del Golpe de Estado del 23 F de 1981

-El día que tenía que tomar posesión como nuevo presidente del gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, se produjo el intento del golpe de Estado del 23 de Febrero. El teniente coronel de la guardia civil, Antonio Tejero encabezó el asalto a mano armada del Congreso de los Diputados. Además, el general Milans del Bosch sacó los tanques a la calle en Valencia. Pero lo unidad  militar clave, la división acorazada Brunete, no llegó a salir de los cuarteles en Madrid.
-Para sorpresa de muchos, el general  Alfonso Armada, antiguo  secretario de la Casa del Rey, estaba implicado en el intento del golpe de Estado. El 24 de febrero al mediodía Tejero y sus guardias se rindieron, y los diputados recuperaron su libertad. El golpe había fracasado: la falta de apoyo de los altos mandos militares y del propio monarca frustró la operación. La democracia se había salvado. 

4.2. El ingreso en la OTAN (1982)

-En 1981, tanto la UCD como AP creyeron conveniente que España se integrara en esta organización. En efecto, Calvo Sotelo decidió la incorporación de España a la OTAN  para estabilizar la situación interna de las fuerzas armadas españolas y para forzar la inclusión de España en la CEE.  La integración fue un hecho en mayo de 1982. Por otra parte, el PSOE, el PCE y diversos movimientos pacifistas se opusieron a la incorporación a la OTAN y al mantenimiento de las bases norteamericanas en España. En la campaña electoral que les llevó al poder en octubre de 1982, los socialistas prometieron que si ganaban las elecciones celebrarían un referéndum con el fin de que fuera toda la nación quien respaldara la decisión de abandonar la OTAN. El lema del PSOE era “OTAN, de entrada, no”. Pero tras su llegada al poder, el PSOE cambió totalmente de opinión, siendo partidario de que España permaneciera en la OTAN (“y de salida, menos”, apostilló el ingenio popular). 

4.3. La debacle de la UCD y el triunfo de Felipe González (1982)

-Las disputas por el poder enfrentan cada vez más a los dirigentes de la UCD, lo cual propiciaría su caída fulgurante en las elecciones de de 1982, ya sin la presencia carismática de Adolfo Suárez. De hecho, la UCD, el partido que había pilotado la transición, quedó prácticamente barrido del mapa político.  Así las cosas, en las elecciones del 28 de octubre de 1982 se produjo el triunfo electoral del PSOE, lo que para muchos expertos constituye en el punto final de la Transición. La hegemonía del PSOE en el poder duró interrumpidamente hasta marzo de 1996, cuando fue desbancado en las elecciones por el Partido Popular.

5. CONCLUSIÓN

-La transición española a la democracia ha quedado convertida según Javier Tusell en modelo de cambio pacífico y sin traumas desde una dictadura a una democracia. Legalmente la transición se puede dar por concluida a finales de 1978 cuando el pueblo español votó y el Rey sancionó la nueva Constitución. Políticamente debieron transcurrir algunos años más hasta dar por consolidado el régimen democrático. 

lunes, 16 de abril de 2012

"HISTORIA DE CÓMO LA CORONA HA ENTRADO EN BARRENA"

Buenos días, 
Reproduzco por su interés el siguiente artículo de Jose Antonio Zarzalejos publicado ayer en el diario El Confidencial:


 El Rey ha hecho que el vaso de muchas paciencias haya rebosado. La opinión pública -y publicada- recibió ayer con perplejidad la noticia de que Don Juan Carlos había sido operado en la Clínica San José de Madrid durante la madrugada del sábado de una fractura múltiple de cadera a consecuencia de una caída en Botsuana (África central) mientras participaba en una cacería de elefantes. Se desvelaba así la razón por la que el Jefe del Estado no había aparecido en público desde el pasado domingo de Resurrección, ni siquiera para visitar a su nieto mayor, Felipe Juan Froilán, primer hijo de la infantaElena, ingresado en la clínica Quirón de la capital tras propinarse accidentalmente un disparo en el pie cuando pasaba en Soria sus vacaciones de Semana Santa con su padre, Jaime de Marichalar. El entorno del Rey había lanzado la especie de que estaba “muy afectado” por el accidente que le evocaba el que protagonizó él mismo y que acabó accidentalmente con la vida de su hermano, el infante Don Alfonso en Estoril en 1956. La realidad era muy otra: el Jefe del Estado -al parecer, invitado- se había trasladado a Botsuana, país al que se desplazó también en 2005, para practicar la caza mayor -de elefantes- ocultando el viaje bajo el eufemismo de su “carácter privado”.
El desplazamiento del Rey al país africano -en el que España no tiene representación diplomática y con un sistema de comunicaciones precario- se producía después de que el 3 de abril viajase a Kuwait para “impulsar las relaciones políticas y económicas con aquel país”, sin que tampoco este desplazamiento constase en su agenda oficial ni se diese noticia previa del mismo. Lo más llamativo es que el Don Juan Carlos viajó al pequeño Estado árabe sin la compañía de un ministro de jornada, como manda no sólo la tradición, sino como también exige el refrendo -a efectos de cualquier tipo de responsabilidad- de los actos y palabras del Jefe del Estado según el artículo 64 de la Constitución.
La agenda del Rey tampoco fue desvelada por su Casa para saber con exactitud cuántos días de la Semana Santa pasó Don Juan Carlos en Palma de Mallorca. Según entornos próximos al monarca, el Rey parece sumamente renuente a dar conocimiento de sus actividades. Así sucedió cuando, a petición suya, se reunió en la sede de Telefónica el pasado 20 de marzo, con dieciséis de los diecisiete miembros del Consejo Empresarial de la Competitividad, que agrupa a los principales dirigentes de las grandes compañías españolas. El almuerzo se conoció por una filtración a El País y El Mundo que publicaron el domingo  25 de marzo en primera página una fotografía del acto a cinco columnas. A lo largo de la mañana de ese día, yante el revuelo causado por la inédita exclusiva, la Casa del Rey -que asumió el error de considerar privado el encuentro pero que negó la autoría de la filtración- distribuyó a través de la agencia EFE las imágenes del monarca y los empresarios pero ya pasadas las 11 horas de la mañana.
Estos comportamientos del monarca se producen, además, después de la exclusión de la Casa del Rey -y por lo tanto, de las actividades del Jefe del Estado- del anteproyecto de Ley de Transparencia que aprobó el Consejo de Ministros el pasado mes de marzo. La vicepresidenta del Gobierno salvó esta omisión refiriéndose a la ambigua naturaleza jurídica de la estructura de apoyo a la Jefatura del Estado, cuyas cuentas, aunque sometidas al control de un interventor del Estado en excedencia, sólo son conocidas en sus partidas generales, sin detalle, y sobre las que el derecho de petición de conocimiento de los ciudadanos no será efectivo. Tanto en los círculos gubernamentales como parlamentarios, se reconocía que el monarca había perdido “una oportunidad de oro” para seguir impulsando el acercamiento de su Casa a los ciudadanos, más aún después de la incorporación a la misma de nuevo director de comunicación -Javier Ayuso- y la determinación con la que el Jefe de la misma -Rafael Spottorno- manejó la descalificación de la conducta (“poco ejemplar”) del yerno del ReyIñaki Urdangarin, imputado por varios delitos -prevaricación y falsedad, entre otros- en el llamado caso Palma Arena. Para librar a la institución de la Corona del desgaste de la presencia del Duque de Palma y de su mujer la Infanta Cristina, ambos han sido apartados del protocolo real, suspendiéndose así las asignaciones que la hija del Rey percibía por la representación que ostentaba en actos y eventos.
De hecho, según fuentes de toda solvencia, “Don Juan Carlos se encuentra abrumado por los problemas familiares” en alusión, no sólo a la delicada tesitura en la que le han dejado los Duques de Palma, sino también por el público y notorio fracaso de su matrimonio con Doña Sofía, de la que vive prácticamente separado. Su estrecha e íntima amistad con Corinna zu Sayn-Wittgenstein hadejado de constituir un rumor para convertirse en una certeza, hasta el punto de que existe ya documentación acreditativa de que acompaña a Don Juan Carlos en viajes al extranjero y asume funciones de representación oficiosas. El apartamiento de la infanta Cristina de los actos oficiales y protocolarios, y la ruptura del matrimonio de los reyes, ha convertido a la familia Borbón Grecia en “desestructurada y mal avenida, con frecuentes enfrentamientos más o menos explícitos”, según fuentes de su entorno.
La Reina, sin embargo, entiende que “su condición personal de madre del heredero de la Corona y esposa del Rey” le compromete a seguir manteniendo las formas y asumir sus obligaciones oficiales, pese a los gestos crispados del monarca hacia ella. Especialmente evidentes cuando el Papa visitó España el pasado mes de agosto o cuando el pasado 15 de marzo su marido le instó abruptamente con un “¡déjame terminar!” en un acto celebrado en la Fundación La Caixa durante el que Don Juan Carlos dijo que “el paro juvenil me quita el sueño”. Doña Sofía se ausenta habitualmente de España para trasladarse a Londres donde “se encuentra a gusto con su hermano Constantino y sus sobrinos”. Ayer, la Reina estaba en Grecia a donde había viajado para celebrar la Pascua ortodoxa y no está previsto su regreso hasta mañana.
Por otra parte, Don Juan Carlos atribuye a su esposa buena parte de la responsabilidad en los “matrimonios poco idóneos” de sus hijos. Doña Elena, divorciada de Jaime de Marichalar, sometido ahora a una investigación policial por posible imprudencia al permitir a su hijo Felipe Juan Froilán manejar una escopeta de caza; Doña Cristina, casada con Iñaki Urdangarin, en un trance penal gravísimo, y el propio Príncipe de Asturias esposado con Doña Letizia Ortiz, divorciada, matrimonio que se le planteó por su hijo como un ultimátum en octubre de 2003: o aceptaba su enlace o renunciaba a la sucesión. Para acreditar ante su padre la firmeza de su decisión, Don Felipe no asistió el 12 de octubre de ese año al desfile militar que celebra, como todos, la fiesta nacional de España. El primero de noviembre de ese año se anunciaba oficialmente el enlace del heredero.
"Es necesario un cambio de rumbo"
Fuentes tanto del Partido Popular como Socialista creen que el Rey “no ha entendido los gestos de adhesión que ha recibido”, primero el 27 de diciembre pasado con motivo de la apertura en el Congreso de la X Legislatura de la democracia y, después, el pasado 19 de marzo en el oratorio de San Felipe Neri de Cádiz con motivo de la conmemoración del bicentenario de la Constitución allí aprobada en 1812. “No le estábamos ofreciendo patente de corso, sino reconociéndole sus méritos en estos años de reinado y transmitiéndole apoyo para el necesario cambio de rumbo que debe emprender la institución” manifiestan estas fuentes, ayer “desoladas” ante lo que consideran “una pésima imagen del Rey y de la Corona”.
Porque lo que se estima gravísimo es que Don Juan Carlos haya estado cazando en Botsuana cuando se ha desatado una grave crisis internacional con Argentina a propósito de Repsol-YPF y se ha incrementado la ofensiva de los mercados contra la deuda soberana española (ha escalado por encima de los 430 puntos básicos). El Ibex 35 registraba la pasada su peor semana del año y se situaba en niveles de hace tres. A mayor abundamiento, el Rey debía estar pendiente de la Cumbre de las Américas que se celebra en Bogotá, ya que la representación de España con los países hispanos le es encomendada de manera especial por la Constitución. Y en los países americanos se juega nuestro país una enormidad de intereses económicos, financieros y empresariales.
El apoyo que ha recibido Don Juan Carlos no ha sido sólo el institucional de las Cámaras. También de otras instancias. Las fuentes citadas aluden a “cómo se mojaron algunos medios de comunicación” en la defensa de la Corona y, “especialmente, el diario El País, con bastante coste editorial”. Efectivamente, el diario de Prisa publicó el pasado 4 de marzo un editorial que arrancaba de la primera página titulado El caso Urdangarin y el futuro de la Monarquía. El texto se apoyaba en las palabras del mensaje del Rey del pasado 24 de diciembre (“necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en todos los sentidos”) y sostenía que “sólo la frivolidad, el populismo y el amarillismo periodístico, o la mezcla de los tres, permiten confundir la crítica que merece el comportamiento no ejemplar de Iñaki Urdagarin con un debate sobre el futuro de la monarquía”, añadiendo que España “no necesita de un debate artificial sobre la Jefatura del Estado (…)” porque “el Rey y la Corona han rendido y seguirán prestando servicios impagables a la libertad de nuestros ciudadanos, a la democracia española, a su construcción y desarrollo y a su prestigio e influencia en la escena internacional”. El periódico de referencia de la izquierda española señalaba, no obstante, la necesidad de superar “corsés y rigideces” en la institución, “cuando no el oscurantismo” que atribuía a “quienes adulan” al Rey. El diario, además, se inclinaba, por mejorar la transparencia de la institución y la protección del heredero, competencias que corresponden a las Cortes.
Todo este amparo institucional y mediático ha quedado en entredicho con los últimos comportamientos del Rey que, según fuentes del entorno de la Zarzuela y de los dos principales partidos, "ha de elegir entre las obligaciones y servidumbre de la Jefatura del Estado y una abdicación que le permita disfrutar de una vida diferente”. No se maneja la hipótesis inmediata de la abdicación de Don Juan Carlos, pero sí la necesidad de aprobar lo antes posible la ley orgánica que prevé en el apartado 5º del artículo 57 de la Constitución: “las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán mediante una ley orgánica” y de materializar la reforma de ese mismo artículo para suprimir la prevalencia del varón sobre la mujer en la sucesión.
Además, según insisten estas fuentes, “la irresponsabilidad del Rey con este viaje a Botsuana, no es solamente institucional y política, sino también personal, porque es evidente que su estado físico desaconseja esas aventuras cinegéticas”. Efectivamente, el Rey ha sido sometido en pocos años a ocho intervenciones quirúrgicas, siendo las más serias las de extirpación de parte de un pulmón, una artroscopia de rodilla y reparación del talón de Aquiles. Ahora, la fractura de cadera -que a su edad, 74 años, podría presentar complicaciones- requerirá de una muy larga convalecencia que pondrá a prueba las capacidades bien contrastadas del Príncipe de Asturias que ya ha cubierto precedentes ausencias.
A mayor abundamiento, existe cierto “bochorno” por la falta de sensibilidad del Jefe del Estado al desvelarse que caza elefantes, especie en recesión cuyos colmillos son mercancía de valor en las transacciones negras de marfil, en detrimento de países pobrísimos como Botsuana que están siendo esquilmados. Sin olvidar el “alto coste material de estas cacerías que superan los 25.000 euros por escopeta, más desplazamientos, alojamiento y manutención, todo ello incompatible con un mínimo criterio de austeridad”.
En medios gubernamentales se teme que la tendencia de baja valoración de la Monarquía que se empezó a comprobar, primero entre los jóvenes, desde el inicio de este siglo, y luego generalizada, se agudice con acontecimientos como el de Botsuana. En 2006, los consultados por el CIS sobre la Corona (entre 18 y 24 años), la suspendían con un 4,77 y en 2008 con un 4,93. En el último registro demoscópico del CIS sobre la Jefatura del Estado, que data del pasado mes de octubre, registró, en el conjunto, un inédito suspenso: 4,89. “El asunto concierne al Gobierno también” indican fuentes del entorno de La Zarzuela. Efectivamente: el Rey asumió criterios más disciplinados conGonzález y, especialmente, con Aznar, pero no así con Rodríguez Zapatero. “Rajoy a este respecto, está inédito”. Pero parece claro que si España ya tenía un grave problema con su modelo de Estado -el autonómico-, a partir de ayer -81º aniversario de la proclamación de la II República Española el 14 de abril de 1931-, el país tiene un muy serio problema con la forma de Estado, es decir, con la Monarquía parlamentaria porque la Corona ha entrado en barrena con un más que preocupante diagnóstico político y social.

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