Apuntes y comentarios de Historia de España para 2 Curso de Bachillerato escritos por la profesora Ana Galván Romarate-Zabala. Si los utilizas, cita las fuentes.
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domingo, 23 de enero de 2011

VIDEOS RELATIVOS A LA CRISIS FINAL DE LA RESTAURACIÓN Y AL CONTEXTO HISTÓRICO INTERNACIONAL

La Semana Trágica de Barcelona y II

Sobre la Primera Guerra Mundial (I)
Y (II)
Y (III)

Y (IV)

Sobre la Revolución Rusa y (II)

Sobre la Huelga General de 1917 (UGT y CNT)

Sobre el Pistolerismo


Sobre el Desastre de Annual de 1921

El fin de la Restauración: el levantamiento militar de Primo de Rivera

COSTA EL PERDEDOR


Reproduzco integramente el artículo del gran profesor e historiador Ricardo García Cárcel sobre Joaquín Costa, publicado ayer en el ABC CULTURAL:

23 de enero de 2011 - número: 981

La figura de Joaquín Costa, desde su muerte en 1911, ha suscitado no pocos acercamientos biográficos. Unos con un sobreexceso de glosas laudatorias (Antón de Olmet, 1917; Gambón y Plana, 1911), controlando mal la tentación hagiográfica. Otros, parecen regodearse en la ternura del fracaso (Ciges Aparicio, 1930), en su pobreza (Martínez Barselga, 1918), o en la tristeza de lo que pudo ser y no fue (Azcárate-Posada, 1919). George J. G. Cheyne, profesor de la Universidad de Newcastle, asumió en 1972 el reto de escribir una biografía de Joaquín Costa, que nos clarificaría muchas sombras del intelectual aragonés. Después de este libro, el interés por Costa ha ido in crescendo y el propio historiador británico publicó la correspondencia de Costa (con Bescós, Giner de los Ríos y Altamira), y otros muchos trabajos, en los que colaboró activamente con Eloy Fernández Clemente, uno de los intelectuales aragoneses y aragonesistas de mayor prestigio, además de costista apasionado.

Artesano y albañil

Cheyne murió en 1990 y ahora, al calor del centenario en 2011 de la muerte de Costa, se reedita su libro de 1972, manteniendo el magnífico prólogo que escribió entonces Josep Fontana y añadiendo un epílogo del citado Fernández Clemente, que evidencia la impresionante bibliografía que Costa ha provocado en las últimas décadas. Se ha reeditado Oligarquía y caciquismo múltiples veces y su autor se ha convertido en santo y seña de las instituciones aragonesas que promueven su estudio y lo capitalizan como ídolo reverenciado del patrimonio aragonés.

En cualquier caso, casi cuarenta años después de la publicación del volumen de Cheyne, y con una abundante producción historiográfica sobre Costa (la obra más destacable en los últimos años, por cierto, es la de Alfonso Ortí), el trabajo de Cheyne sigue estando vigente y siendo útil para conocer a Joaquín Costa, un personaje sin duda apasionante por su trayectoria y por su obra. Joaquín Costa Martínez nació en Monzón en 1846. De familia numerosa y humilde, su adolescencia la pasó en Graus, trabajando en la tierra y sintiéndose profundamente infeliz.

Vivió en Huesca de 1862 a 1867, donde estudió en el Instituto General y Técnico, al mismo tiempo que trabajaba de artesano y albañil. Un concurso para seleccionar «doce artesanos discípulos observadores de la Exposición Universal de París» fue ganado por Costa, lo que le llevó a París en 1867, residiendo en esta ciudad nueve meses. La experiencia francesa incentivó aún más su capacidad de trabajo y voluntad de superación. El retorno a España fue duro, especialmente hasta que pudo iniciar sus estudios en la Universidad de Madrid en 1870. Se doctoró en Derecho civil y canónico en 1874. Se presentó sin éxito a múltiples oposiciones universitarias. Giner de los Ríos y la Institución Libre de Enseñanza fueron su refugio a partir de 1876. Fracasado sentimentalmente, acomplejado por muchas dolencias físicas, de 1876 a 1890 se entregó plenamente a la actividad intelectual.

Pobreza y soledad

Su vida profesional encontró finalmente el reconocimiento a través de la abogacía y la docencia universitaria en el marco de la Institución. Tuvo una hija, Pilar Antígone, con la viuda de un amigo. Nunca se casó y la relación con su hija no fue muy efusiva. Rompió con la Institución Libre de Enseñanza; se involucró en el pleito de la Villa de la Solana contra la Iglesia y se convirtió en el enfant terrible de la vida política española, perdiendo batallas sin cesar (premios, cátedras que merecía, intento de formar un partido político) hasta su muerte, tras un enorme deterioro físico, Justificar a ambos ladosen enero de 1911. ¿Loco desaforado? ¿Santo civil?

Para Cheyne, Costa fue la conciencia atormentada de la España que le tocó vivir, un hombre lastrado por la atrofia progresiva muscular que empezó en los brazos y acabó por incapacitarlo, una persona marcada toda su vida por la pobreza y la soledad, con problemas afectivos, sin ideología de partido (de ahí los muchos usos que se han hecho de su figura) y, en cualquier caso, soñador de una España distinta, regenerada moralmente, por la que luchó y por la que murió con su complejo de perdedor histórico a cuestas. El libro de Cheyne no solo servirá al lector para reencontrar a Joaquín Costa y debatir sobre las responsabilidades políticas y sociales de los intelectuales, sino para redescubrir al excelente hispanista británico que fue George J. G. Cheyne.

Ricardo García Cárcel

lunes, 17 de enero de 2011

Solución Comentario de Texto nº 3: Manifiesto conjunto UGT-CNT

SOLUCIÓN COMENTARIO DE TEXTO MANIFIESTO CONJUNTO UGT-CNT

Este texto es un fragmento del manifiesto político escrito conjuntamente por los dos grandes sindicatos de la España de la Restauración: UGT, y CNT. Fue redactado en Madrid el 27 de marzo de 1917 por el Comité de Huelga. En dicho comité estaban representados los sindicatos UGT, de tendencia socialista, y la CNT, de orientación anarquista.UGT había surgido en el año 1888 y la CNT en 1910.

El tipo de texto es político-social, siendo además, una fuente histórica esencial. El destinatario es la opinión pública española -preferentemente los trabajadores proletarios- y el gobierno español.

Este manifiesto cabe encuadrarlo en la etapa de la Restauración española, que se extiende desde el año 1874, cuando se restablece la monarquía borbónica en el poder, tras la 1ª República, hasta el año 1923 en el que el General Miguel Primo de Rivera protagonizó un golpe de estado, instaurando una dictadura militar. La Restauración fue una etapa estable de nuestra historia, caracterizada por el turnismo, el caciquismo, el desarrollo de la industrialización, el auge de los movimientos obreros y nacionalistas…

Este escrito nos da las claves para analizar las reivindicaciones de los sindicatos UGT y CNT realizadas en 1917, que implicaron la convocatoria de una huelga general.

Este manifiesto comienza con las amargas quejas que desde hace tiempo vienen realizando los movimientos obreros ante la situación de miseria, explotación y desempleo que sufre el proletariado. Hacen hincapié en que estas protestas, que llevan entonces habían realizado de forma mesurada, no han surtido efecto. Es por ello que han decidido pasar a la acción, luchando contra los “amparadores de la explotación”, esto es, contra los explotadores de los proletarios. Han llegado a esta conclusión tras un análisis frío y detallado de la situación por la que atraviesan y por eso han acordado convocar una huelga general indefinida. Terminan el texto deseando que la huelga, de la que todavía no han establecido la fecha de inicio, sea un éxito.

Efectivamente, en agosto de 1917 se produjo en toda España la convocatoria de una huelga general ante la pésima y mísera situación económica de nuestro país, debido, en parte, al impacto negativo de la I Guerra Mundial (en la que España no participó). Por primera vez en su historia, participaron conjuntamente los sindicatos UGT y CNT. En esta huelga, en la que se produjeron numerosos incidentes, hubo más de 70 muertos y 2000 detenidos. La represión por parte del gobierno fue muy dura. La huelga fue un fracaso debido a las desavenencias internas entre la UGT y la CNT, que a pesar de compartir algunos puntos en común, presentaban objetivos y tácticas muy diferentes. Los anarquistas deseaban la abolición del Estado con todas sus instituciones (gobierno, ejército, policía…), la supresión de la propiedad privada y la defensa del colectivismo… También defendían la revolución violenta. Los socialistas eran partidarios de participar en el sistema, y se centraron en reivindicaciones laborales, preocupados por mejoras en salarios, horarios y condiciones de trabajo. También fracasó por la no participación del campesinado, la dura represión del ejército, que no actuó "a la rusa", la oposición a la huelga por parte de republicanos, nacionalistas, etc.

Esta huelga tuvo muchas y graves consecuencias: supuso la crisis del turnismo, y por ende de todo el sistema político de la Restauración así como la radicalización del movimiento obrero y la división entre los dos sindicatos de mayor presencia en nuestro país.

En conclusión, este documento histórico nos ayuda a comprender las causas que propiciaron que los sindicatos UGT y CNT convocaran una huelga general para así hacer frente a la grave situación económica y social en la que se encontraba el proletariado. Ha sido definida como “un ensayo de revolución obrera”. Sin duda, tenían bien presente la revolución bolchevique de 1917.

martes, 11 de enero de 2011

Comentario de Texto PAU: MANIFIESTO CONJUNTO UGT-CNT

MANIFIESTO CONJUNTO UGT-CNT (Madrid,
27 de marzo de 1917)

Mas, a pesar de nuestras advertencias serenas, de nuestras quejas metódicas y reflexivamente fundamentadas y de nuestras protestas, tal vez más prudentes y mesuradas de lo que exige la agudeza de los dolores que el país padece, es lo
cierto que cada día que pasa representa para el proletariado una agravación creciente de la miseria ocasionada por la carestía de las subsistencias y por la falta de trabajo.
[...] El proletariado organizado ha llegado así al convencimiento de la necesidad de la unificación de sus fuerzas en una lucha común contra los amparadores de la explotación erigida en sistema de gobierno. Y respondiendo a este convencimiento, los representantes de la Unión General de Trabajadores y los de la Confederación Nacional del Trabajo han acordado por unanimidad:
Primero. Que en vista del examen detenido y desapasionado que los firmantes de este documento han hecho de la situación actual y de la actuación de los gobernantes y del Parlamento; no encontrando, a pesar de sus buenos deseos, satisfechas las demandas formuladas por el último congreso de la Unión General de Trabajadores y Asamblea de Valencia, y con el fin de obligar a las clases dominantes a aquellos cambios fundamentales de sistema que garanticen al pueblo el mínimum de las condiciones decorosas de vida y de desarrollo de sus actividades emancipadoras, se impone que el proletariado español emplee la huelga general, sin plazo definido de terminación, como el arma más poderosa que posee para reivindicar sus derechos.
Segundo. Que a partir de este momento, sin interrumpir su acción constante de reivindicaciones sociales, los organismos proletarios, de acuerdo con sus elementos directivos, procederán a la adopción de todas aquellas medidas que consideren adecuadas al éxito de la huelga general, hallándose preparados para el momento en que haya de comenzar este movimiento.
Luis GÓMEZ LLORENTE: Aproximación a la historia del socialismo español (hasta 1921), Madrid, 1972, edit. Cuadernos para el diálogo, pp 287 y 290.

lunes, 10 de enero de 2011

TEXTOS PARA CONOCER AL PRIMER IDEÓLOGO DEL NACIONALISMO VASCO: SABINO ARANA

Durante la etapa de la Restauración en las Vascongadas surgió un nacionalismo radical inspirado por Sabino Arana. Arana fue un abogado bilbaíno, de clase media, procedente de una familia carlista. Fue el primer formulador del nacionalismo vasco, fundador del PNV a finales del siglo XIX. Creó toda una simbología nacionalista vasca como el nombre de Euskadi, la ikurriña e incluso el himno nacional, actualmente el oficial de la comunidad autónoma vasca. La hostilidad a lo español fueron para él las señas de identidad del nacionalismo. Este primer nacionalismo vasco, reivindicaba el derecho de los vascos a convertirse en nación independiente. El nacionalismo vasco de esta etapa exaltaba miticamente la raza, el pueblo y la lengua vasca. Predicaban el desprecio a los de “fuera”, los llamados MAKETOS, habitualmente castellanos, gallegos y andaluces que habían emigrado al País Vasco para trabajar en las fábricas vascas. Este primer nacionalismo vasco, ligado a Arana, fue muy conservador, antiliberal y católico integrista. El PNV encontró sus principales apoyos entre la pequeña burguesía y el mundo rural.

Estos son algunos textos redactados por Sabino Arana. Por sus escritos los conoceréis...

"La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español, inexpresiva y adusta.

El bizkaino es de andar apuesto y varonil; el español, o no sabe andar (ejemplo, los quintos) o si es apuesto es tipo femenil (ejemplo, el torero).

El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe.

El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos. Preguntádselo a cualquier contratista de obras y sabréis que un bizcaino hace en igual tiempo tanto como tres maketos juntos.

El bizkaino es laborioso (ved labradas sus montañas hasta la cumbre); el español, perezoso y vago (contemplad sus inmensas llanuras desprovistas en absoluto de vegetación).

El bizkaino es emprendedor (leed la historia y miradlo hoy ocupando elevados y considerados puestos en todas partes... menos en su patria); el español nada emprende, a nada se atreve, para nada vale (examinad el estado de las colonias).

El bizkaino no vale para servir, ha nacido para ser señor ("etxejaun"); el español no ha nacido más que para ser vasallo y siervo (pulsad la empleomanía dentro de España, y si vais fuera de ella le veréis ejerciendo los oficios más humildes).

El bizkaino degenera en carácter si roza con el extraño; el español necesita de cuando en cuando una invasión extranjera que le civilice.

El bizkaino es caritativo aun para sus enemigos (que lo digan los lisiados españoles que atestan las romerías del interior y mendigan de caserio en caserio); el español es avaro aun para sus hermanos (testigo, Santander cuando pidió auxilio a las ciuadades españolas en la consabidas catástrofe).

El bizkaino es digno, a veces con exceso, y si cae en la indigencia, capaz de dejarse morir de hambre antes de pedir limosna (preguntádselo a las Conferencias de San Vicente de Paúl); el español es bajo hasta el colmo, y aunque se encuentre sano, prefiere vivir a cuenta del prójimo antes que trabajar (contad, si podéis, los millares de mendigos de profesión que hay en España y sumidlos con los que anualmente nos envía a Euskeria).

Interrogad al bizkaino qué es lo que quiere y os dirá "trabajo el día laborable e iglesia y tamboril el día festivo"; haced lo mismo con los españoles y os contestarán pan y toros un día y otro también, cubierto por le manto azul de su puro cielo y calentado al ardiente sol de Marruecos y España.

Ved un baile bizkaino presidido por las autoridades eclesiásticas y civil y sentiréis regocijarse el ánimo al son del "txistu", la alboka o la dulzaina y al ver unidos en admirable consorcio el más sencillo candor y la loca más alegría; presenciad un baile español y si no os acusa náuseas el liviano, asqueroso y cínico abrazo de los dos sexos queda acreditada la robustez de vuestro estómago, pero decidnos luego si os ha divertido el espectáculo o más bien os ha producido hastío y tristeza.

En romerías de bizkainos rara vez ocurren riñas, y si acaso se inicia alguna reyerta, oiréis sonar una media docena de puñetazos y todo concluido; asistid a una romería española y si no veis brillar la traidora navaja y enrojecerse el suelo, seguros podéis estar de que aquel día el sol ha salido por el Oeste.

El aseo del bizkaino es proverbial (recordad que, cuando en la última guerra andaban hasta por Nabarra, ninguna semana les faltaba la muda interior completa que sus madres hermanas les llevaban recorriendo a pie la distancia); el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año.

La familia bizkaina atiende más a la alimentación que al vestido, que aunque limpio siempre es modesto; id a España y veréis familias cuyas hijas no comen en casa más que cebolla, pimientos y tomate crudo, pero que en la calle visten sombrero, si bien su ropa interior es "peor menealla".

El bizkaino que vive en las montañas, que es el verdadero bizkaino es, por natural carácter, religioso (asistid a una misa por aldea apartada y quedareis edificados); el español que habita lejos de las poblaciones, o es fanático o es impío (ejemplos de los primero en cualquier región española; de los segundo entre los bandidos andaluces, que usan escapulario, y de lo tercero, aquí en Bizkaya, en Sestao donde todos los españoles, que no son pocos son librepensadores).

Oídle hablar a un bizkaino y escuchareis la más eufónica, moral y culta de las lenguas; oidle a un español y si solo le oís rebuznar podéis estar satisfechos, pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias.

El bizkaino es amante de su familia y su hogar (cuanto a lo primero, sabido es que el adulterio es muy raro en familias no inficionadas de la influencia maketa, esto es, en las familias genuinamente bizkainas; y cuanto a lo segundo, si el bizkaino por su carácter emprendedor se ausenta de su hogar no le pasa día en que no suspire por volver a él); entre los españoles, el adulterio es frecuente así en las clases elevadas como en las humildes, y la afección al hogar es en estas últimas nula porque no la tienen.

Por último, según la estadística, el noventa y cinco por ciento de los crímenes que se perpetran en Bizkaya se deben a mano española, y de cuatro de los cinco restantes son autores bizcainos españolizados.

Decid, pues, ahora si el bizkaino es español por su tipo, carácter y costumbres ."


Sabino Arana, "¿Qué somos?". Obras Completas. Editorial Sabindiar-Batza. Buenos Aires. 1965. Páginas 627 y 628