Apuntes y comentarios de Historia de España para 2 Curso de Bachillerato escritos por la profesora Ana Galván Romarate-Zabala. Si los utilizas, cita las fuentes.
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martes, 29 de noviembre de 2011

ECONOMÍA Y CRISIS: ENTREVISTA EN XL SEMANAL A SANTIAGO NIÑO BECERRA

Entrevista en el suplemento dominical XL SEMANAL. Por su interés, lo reproduzco integramente: Economía y crisis con Santiago Niño Becerra


Catedrático de Economía, lo llaman `el profeta de la crisis´ porque en marzo de 2006 vaticinó la crisis. Autor de `El crash del 2010´, publica ahora `Más allá del crash´, donde analiza la terrible situación actual y dibuja el futuro.

XLSemanal. Crash 1, Crash 2... Esto parece una serie de terror.
Santiago Niño Becerra.
El primero fue una manera de situar la crisis que se nos venía encima; este segundo parte del momento en el que el crash se produce, en mayo de 2010.

XL. Calcula que la crisis durará diez años.
S.N.B.
Sí, pero después tampoco volveremos a ir todos en BMW. Tal y como hemos vivido, no volveremos a vivir nunca más. Ni usted ni yo lo veremos. La gente tiene que cambiar el chip.

XL. ¿Así que no vivirá para ser el profeta de la alegría?
S.N.B.
Recuperación va a haber, pero la recuperación será no ir a peor, conseguir cierta tranquilidad... y ahí nos quedaremos.

XL. ¿Seremos capaces de mantener el estado de bienestar?
S.N.B.
El modelo de protección social que hemos conocido no va a volver porque en términos económicos no es sostenible. Primero, porque la esperanza de vida ha aumentado, cada vez hay más gente y será mayor la dependencia. Y, en segundo lugar, porque los salarios van a la baja y las cotizaciones bajarán también. No es un mensaje agradable.

XL. ¿Los políticos le piden opinión o prefieren ignorar a los profetas de su estirpe?
S.N.B.
Los políticos van a lo que van: a ganar las elecciones y a permanecer en la silla el mayor tiempo posible. Todos lo hacen, de cualquier color. No hace mucho me preguntaron que qué le recomendaría al señor Rajoy... y yo respondí que perder las elecciones.

XL. Y si a Rajoy le recomendó perder, ¿qué le recomendó a Rubalcaba?
S.N.B.
Perderlas también. En este momento, el partido en el Gobierno se enfrenta a una tasa de paro de más del 21 por ciento, con una deuda solo en España de 300.000 millones de euros en 2012, con una tendencia del PIB al decrecimiento. Al nuevo Gobierno no le doy más de un año. Antes habrá de nuevo elecciones.

XL. Y otra vez vuelta a empezar, ¿y así hasta cuándo?
S.N.B.
Parece absurdo, ¿verdad? La única salida que veo es un Gobierno de concentración nacional, con la mayor parte de los partidos representados en él, dando paso a los técnicos y mandando a casa a los políticos de mitin.

XL. ¿El futuro es de los tecnócratas o de los políticos?
S.N.B.
Yo creo que es la hora de los técnicos, que sacarán a los políticos de los gobiernos.

XL. Cuando lo invitan a cenar unos amigos, ¿lo acribillan a preguntas?
S.N.B.
Sí, la gente está muy preocupada; cada vez se conciencia más de la situación y necesita saber mejor lo que está pasando.

XL. ¿Nuestro pecado capital fue el boom del ladrillo?
S.N.B.
No. Aquellos años fueron necesarios para crecer lo que crecimos, para hacer las infraestructuras que hicimos, para modernizarnos... Si en los años 90 no se hubiera inundado el país de crédito y no se hubieran hecho 300.000 o 400.000 viviendas al año, no nos hubieran ido las cosas tan bien.

XL. ¿Ninguna crítica a cómo se ha gestionado la crisis en nuestro país?
S.N.B.
Se podían haber hecho mejor algunas cosas, pero tras la quiebra de Lehman Brothers todos los gobiernos se pusieron a gastar como locos. Y así estuvimos hasta que en mayo de 2010 sucede el crash, la situación se hace irreversible y los recortes son salvajes.

XL. ¿Por qué a los países endeudados se le hacen quitas y a mí el banco no?
S.N.B.
¡Negocie con su banco! Se les acabarán haciendo quitas a todo el mundo. El problema es que solo proteste una persona. Más que una quita a los hipotecados, habrá transformación de hipotecas en alquileres, por ejemplo. Esto ya se está cociendo. Los bancos prefieren alquilados que morosos.

¿Qué hago si, por un lado, tengo una hipoteca y, por otro, un plan de jubilación?
S.N.B.
Sin tardar más de dos segundos, rescate el plan de jubilación ¡ya! Luego reduzca toda la deuda que pueda, pero quédese también con algo de liquidez, porque posiblemente la vaya a necesitar.

Virginia Drak

lunes, 21 de noviembre de 2011

TEMA 10. APARTADO 4. LA CRISIS DEL 98 EN ESPAÑA: CAUSAS Y CONSECUENCIAS

La época de la Restauración, 1874-1923.

Apartado 4. La crisis del 98 en España: causas y consecuencias

1. Introducción

-La Restauración es una etapa de estabilidad de la Historia de España que se extiende desde el año 1874, en el se reestablece la monarquía borbónica tras la Primera República, hasta 1923, fecha en la se produce el golpe militar del general Primo de Rivera.

2. Las causas de la crisis del 98

-A finales del siglo XIX, España vivió una profunda crisis que tuvo como detonante las guerras de independencia colonial en Cuba (1895-1898) y Filipinas (1896-1898).

-El origen del conflicto estuvo en la inadecuada política colonial española y en los intereses expansionistas de Estados Unidos. Cuba era una colonia española. España se sentía ligada a Cuba por vínculos sentimentales muy fuertes: eran los últimos restos de un gran imperio y muchos cubanos descendían de españoles. Pero no eran menos fuertes los intereses económicos. En tres productos se basaba la economía cubana: azúcar, café y tabaco. Era la principal exportadora mundial de azúcar y también productora de café y tabaco. España monopolizaba el mercado colonial en su beneficio.

-A finales del siglo XIX estallaron en Cuba varias insurrecciones para lograr la independencia de España. Entre los líderes cubanos independentistas destacó José Martí, político y escritor cubano, hijo de españoles. Estas revueltas culminaron en 1895 con el estallido de la guerra de la independencia cubana. ---Entre las fuerzas políticas españolas existían tres posiciones claramente diferenciadas: la unionista –defendida por los dos partidos del régimen, que consideraba que era tierra española-, la autonomista –inclinada a conceder cierta autonomía, postulada por un sector del partido liberal y por los nacionalistas catalanes, vascos etc., y la independentista, aceptada por los republicanos. Pero entró en juego otro factor: Estados Unidos.

Fundamentalmente fueron motivos económicos –comerciales e industriales- los que motivaron a Estados Unidos a intervenir en este conflicto: las minas y en las plantaciones de azúcar cubanas. Entonces Cuba era la primera productora de azúcar del mundo y el 90% de su producción se exportaba a Estados Unidos. Contaba además el interés geoestratégico norteamericano en afianzar el control militar sobre el mar Caribe y Centroamérica. El pretexto de Estados Unidos para declarar la guerra a España fue la voladura del acorazado estadounidense Maine fondeado en el puerto de La Habana. El Maine sufrió una explosión y se hundió en las aguas del puerto. ¿Quién había sido el responsable? ¿Se trataba de un accidente o de un sabotaje? Sin pruebas contrastadas, una comisión estadounidense atribuyó la responsabilidad del hecho al gobierno español. Así encontraron una justificación para la guerra. Tras varias semanas de investigaciones y de tensión creciente entre los dos países el 25 de abril de 1898 el Congreso de Estados Unidos declaró formalmente la guerra a España. Aun así, antes de esa fecha, antes de llegar al conflicto, Estados Unidos hizo una oferta de compra de la isla por 300 millones de dólares. Estados Unidos ofreció su apoyo a los sectores independentistas, proporcionando material y armamento a los rebeldes cubanos. La inferioridad naval española frente a la estadounidense era evidente.

-El enfrentamiento bélico provocó la pérdida de las dos flotas hispanas, la del Pacífico y la del Atlántico. Paralelamente a esta guerra, Filipinas también intentó lograr la independencia de España. El levantamiento fue encabezado por José Rizal, escritor de novelas y fundador de la Liga Filipina. Esta insurrección fue duramente reprimida y se produjo el fusilamiento de su líder, pero finalmente consiguieron la independencia de España. Los norteamericanos desembarcaron sucesivamente en Filipinas, Cuba y Puerto Rico. Puerto Rico y Filipinas sirvieron de excelente base militar para Estados Unidos.

3. Consecuencias de la crisis del 98 en España

-Finalmente, consumada la derrota militar española, el conflicto concluyó en diciembre de 1898 con el Tratado de París por el que Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam (en el archipiélago de las Marianas) fueron cedidas a Estados Unidos. Cuba alcanzó la independencia, aunque de hecho quedó bajo “protección” estadounidense hasta mediados del siglo XX. Según este tratado, España cedió a Estados Unidos la isla de Puerto Rico (actualmente, estado asociado de Estados Unidos), Filipinas (que sólo consiguió su independencia en la tardía fecha de 1946) y la isla de Guam en el Pacífico (todavía hoy pertenece a Estados Unidos). Más que un tratado de paz, el documento firmado en París fue una capitulación impuesta por el vencedor al vencido. La delegación española confiaba en salvar la independencia de sus antiguas posesiones. Pero la delegación americana exigió la anexión de todos los territorios perdidos por España. Así, se plasmó la ley del más fuerte y supuso el principio de la expansión oceánica de Estados Unidos. Y es que el gobierno español se lanzó a una guerra para la que no estaba preparado.

-La pérdida del imperio español se completó con la venta a Alemania del resto de las Marianas, del archipiélago de las Carolinas y de las Palaos por 20 millones de pesetas, hecho que confirmó el proceso de redistribución colonial que estaba llevando a cabo a favor de las grandes potencias. La pérdida de los últimos restos del imperio generó graves repercusiones que trascendieron el ámbito militar y económico y se prolongaron hasta el siglo XX.

-La guerra había sido breve pero las repercusiones en España fueron intensas y duraderas. En primer lugar, surgió en gran parte del pueblo español un sentimiento de derrota, de trauma nacional, de desmoralización e impotencia. La incertidumbre alcanzó incluso a la prensa de la época que llegó a temer un ataque y ocupación de las islas Canarias. En España, las pérdidas económicas alteraron las finanzas, la Hacienda pública y los precios, cuyo encarecimiento afectó a los sectores más humildes de la sociedad. Éstos soportaron también las pérdidas humanas del conflicto, ya que las clases acomodadas se libraron del servicio militar mediante un pago en metálico. Esta guerra supuso el fin de prósperos negocios españoles en la isla. Si bien no generó una crisis política inmediata, el desastre colonial colaboró a la desintegración del régimen de la Restauración, según algunos historiadores. Inmediatamente se desató la polémica de la responsabilidad de la derrota. Parecía inevitable revisar un estilo de gobierno (alternancia de partidos, oligarquía caciquil…).

-El Desastre del 98 contribuyó a potenciar los movimientos regionalistas y nacionalistas. Por último, la pérdida del imperio provocó una crisis cultural de gran trascendencia, de la que ha dejado testimonio la Generación del 98 y el surgimiento de una conciencia crítica que desde una perspectiva intelectual, exigía una profunda regeneración política, económica e ideológica de la vida española. Se cuestionaban no sólo los cimientos de la Restauración, sino, incluso, la propia identidad de España. Muchos escritores e intelectuales se sintieron unidos en el intento de sacudir la conciencia de un país dormido, en expresión de Unamuno. Fueron Unamuno, Azorín, Baroja, Antonio Machado, Valle Inclán y Maeztu como figuras más relevantes. El aragonés Joaquín Costa fue la figura cumbre del Regeneracionismo político, quien denunció la lacra del caciquismo con violencia extrema. Su lema era “escuela y despensa”, válido para cualquier gobierno, condensó las dos preocupaciones claves de todos los regeneracionistas. España quedó como un pequeño país sin relevancia internacional de cuyo vasto y fabuloso imperio sólo quedaban algunos enclaves en África.

4. Conclusión

-En conclusión, el año 1898 fue una fecha crítica en nuestra historia por la pérdida de las colonias, por la derrota militar, pero aún más por la honda repercusión colectiva y el examen de conciencia que el Desastre despertó en la sociedad española.

sábado, 19 de noviembre de 2011

SOLUCIÓN COMENTARIO DE TEXTO "LA NACIONALIDAD CATALANA"



SOLUCIÓN COMENTARIO DE TEXTO “LA NACIONALIDAD CATALANA”

Este texto es un fragmento del libro “La nacionalidad catalana” de Enric Prat de la Riba fechado en 1906.

Prat de la Riba fue un representante destacado del nacionalismo catalán, católico y conservador, de la etapa de la Restauración. Fue abogado y político, perteneciente a los partidos Unión Catalanista y la Liga regionalista catalana. Intervino en la elaboración del primer manifiesto catalanista de la Historia: las”Bases de Manresa”.

Este documento es de carácter político-social, siendo sus destinatarios principales la opinión pública española, especialmente la catalana, el gobierno de la Restauración así como historiadores y politólogos interesados en los orígenes del nacionalismo catalán.

Este texto está fechado en el año 1906, por tanto cabe encuadrarlo en la etapa de la Restauración. La Restauración fue un período estable de nuestra historia, que se extiende desde el año 1874, año en el que se pone fin a la Primera República española, restableciéndose la monarquía borbónica y termina en 1923 cuando el general Miguel Primo de Rivera, con su pronunciamiento militar da paso a una dictadura. La Restauración tuvo como fundamentos políticos básicos a las Cortes y el Rey, a la Constitución de 1876 –la más longeva de nuestra historia- , al caciquismo y al turnismo. Cánovas del Castillo fue el factótum o ideólogo de este fraudulento sistema de alternancia política entre los dos principales partidos burgueses: el conservador, liderado por él mismo, y el Liberal, capitaneado por Sagasta. Buscaba, así, neutralizar a la oposición política formada por republicanos, carlistas, movimientos obreros y partidos nacionalistas y evitar la injerencia del ejército en la política.

Este escrito nos da las claves para analizar el nacionalismo catalán conservador de la etapa de la Restauración.

En primer lugar, Prat de la Riba comienza definiendo el concepto de nación, que él denomina "nacionalidad": es aquel pueblo que presenta una misma cultura, un mismo sentir y pensar, en definitiva, "un alma colectiva". A continuación alude al principio básico de todo nacionalismo: a cada nación, un Estado. Esta aspiración legítima, que él define como “fórmula política del nacionalismo”, va ligada al desarrollo de lo que denomina como “pannacionalismo”, es decir, la aspiración a que todos los territorios de la misma nacionalidad se agrupen bajo la dirección de un Estado único. Interpretamos así, que según este autor, Cataluña es una nación y por tanto, debe tener un Estado propio.

La tercera idea que desarrolla es la defensa a ultranza del Estado federal. Se muestra partidario de que España sea –aunque no cita esta palabra- un Estado federal unido y señala que esa unidad de los “pueblos ibéricos” es fruto de siglos de connivencia. En este punto, Prat se olvida de otras regiones españolas como Canarias, Baleares, Ceuta o Melilla.

Más adelante, llega a asegurar que “el nacionalismo catalán nunca ha sido separatista”, afirmación que causaría estupor en los actuales políticos nacionalistas catalanes. Debemos recordar que Prat de la Riba es uno de los máximos exponentes del primer nacionalismo catalán de corte federalista y no independentista.

Por último, termina el texto con perífrasis retóricas, que aluden a la consideración del nacionalismo como vía o camino hacia al progreso.

En efecto, los movimientos regionalistas y nacionalistas experimentaron un gran auge durante la etapa de la Restauración, época de desarrollo industrial y de la influencia de movimientos culturales como el Romanticismo. Ese influjo se hace bien patente en el caso de Cataluña puesto que cuando surgen los movimientos nacionalistas en esa región aparecen ligados a la aparición de la Renaixença, corriente intelectual que propugnaba el "renacer" de la lengua y cultura catalana en detrimento de la española. No es casual que el auge del catalanismo aparezca vinculado a la industrialización de Cataluña y a la llegada masiva de inmigrantes del resto de España, especialmente andaluces, extremeños o murcianos a los que se denominaba como "charnegos". También se vincula con la pujanza de la burguesía, especialmente en esa región y en el País Vasco.
Por lo general, los movimientos regionalistas ponen el acento en la reivindicación de los aspectos culturales de un pueblo (lengua, tradiciones, folklore, etc.) mientras los nacionalismos, unen a lo anterior, reivindicaciones de carácter político, que oscilan desde la aspiración de mayores cotas de autogobierno (nacionalismo moderado) hasta la independencia o autodeterminación (nacionalismo radical). Prat de la Riba representa la vertiente moderada y conservadora del nacionalismo catalán de la Restauración. Fue uno de sus principales ideólogos, autor además, del texto que recoge en lo esencial esta tendencia: las “Bases de Manresa” (1891). Pero el nacionalismo catalán no era homogéneo. Existía una vertiente republicana y laica (minoritaria) frente a la conservadora, católica y burguesa, representada por Prat de la Riba, entre otros. El catalanismo de Prat propugnaba que Cataluña fuera considerada una nación y por tanto, que necesariamente debía constituirse en un Estado propio, aunque dentro del Estado español. En definitiva, es partidario de que España se convierta en un Estado federal y no aspira a la independencia. Por lo demás, Prat de la Riba poseía una visión del pasado de una Cataluña romántica, donde los reyes castellanos habían estado agraviándola sistemáticamente. Asimismo, era partidario de participar en la vida política española para inclinar sus leyes a los intereses catalanes.

En paralelo al nacionalismo catalán, encontramos el nacionalismo vasco que tuvo en Sabino Arana a su principal factótum o formulador. Fue el fundador del Partido Nacionalista Vasco (PNV) así como de sus símbolos más representativos: la ikurriña, el nombre de Euzkadi o el himno vasco. Su ideología xenófoba, basada en el victimismo y en la animadversión hacia lo español, -denominaba "maketos" a los emigrantes españoles que trabajaban en el País Vasco y defendía la existencia de una supuesta "raza vasca"- tuvo un cierto arraigo entre la burguesía provinciana y las zonas rurales.
Ambos, el nacionalismo catalán y el nacionalismo vasco con sus reivindicaciones, servirían de modelo para otros nacionalismos como el aragonés, canario, valenciano, gallego, etc.

En conclusión, este documento sintetiza las bases sobre las que se asienta el catalanismo moderado de Enric Prat de la Riba.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

jueves, 10 de noviembre de 2011

COMENTARIO DE TEXTO NACIONALISMO CATALÁN

Saludos.

Este es el próximo comentario de textos que vamos a analizar. Explicaré el vocabulario en clase, pero éste lo tendréis que realizar vosotros, siguiendo el esquema o guión de comentarios de texto que dimos en clase:

TEXTO 2: LA NACIONALIDAD CATALANA (1906)


Siendo la nacionalidad una unidad de cultura, un alma colectiva, con un sentir, un pensar y un querer propios, cada nacionalidad ha de tener la facultad de acomodar su conducta colectiva, es decir, su política, a su sentimiento de las cosas, a su sentido, a su libre voluntad. Cada nacionalidad ha de tener su Estado. [...] La aspiración de un pueblo a tener política propia, a tener un Estado suyo, es la fórmula política del nacionalismo. La aspiración a que todos los territorios de la misma nacionalidad se agrupen bajo la dirección de un Estado único es la política o tendencia pannacionalista... [...} Allá donde hay nacionalidades que han de hacer vida en común, el régimen federativo tiene natural aplicación; el Estado federal, asociación de los Estados nacionales, es el organismo jurídico de la nueva formación política. [...] Del hecho de la nacionalidad catalana nace el derecho a la constitución de su Estado propio, de un Estado catalán. Del hecho de la actual unidad política de España, del hecho de la convivencia secular de varios pueblos, nace un elemento de unidad, de comunidad que los pueblos unidos han de mantener y consolidar; de aquí, el Estado compuesto. Estos dos hechos primarios, fundamentales, el de la personalidad nacional de Cataluña y el de la unidad de España, fortalecidos por dos leyes correlativas, la de la libertad que implica la autonomía y espontaneidad sociales, la de la universalidad que lleva a la constitución de potencias mundiales, se resuelven en una fórmula de armonía, que es la Federación Española. Así, el nacionalismo catalán, que nunca ha sido separatista, que siempre ha sentido la unión fraternal de las nacionalidades ibéricas dentro de la organización federativa, es aspiración levantada de un pueblo, que, con conciencia de su derecho y de su fuerza, marcha con paso seguro por el camino de los grandes ideales progresivos de la humanidad.

Enric PRAT DE LA RIBA: La nacionalidad catalana, Alianza Editorial/ Enciclopedia Catalana, Madrid, 1987.

martes, 8 de noviembre de 2011

PARA TUTORÍA: PARÁBOLA CHINA

"Erase una vez un pobre niño que estaba sentado en la calle, frente a su casa. Estaba muy triste porque lo que más deseaba en el mundo era un caballo, pero no tenía dinero para comprarlo. Justamente ese día pasó por allí una manada de caballos; el último, incapaz de acompañar al grupo, era un potrillo. El dueño de la manada sabía cuál era el mayor sueño del niño y le preguntó si quería el potro. Sonriendo de felicidad, el niño lo aceptó.

Un vecino que había presenciado la escena fue corriendo a ver al padre del niño y le dijo: ¡Menuda suerte tiene tu hijo! Quería un caballo y ha pasado un hombre y le ha regalado uno. El padre lo miró y respondió: Tal vez sea una suerte o tal vez sea una desgracia.

El niño cuidó el potro con cariño mientras crecía, pero un buen día, cuando ya era un hermoso caballo, huyó. En esta ocasión el vecino le dijo al padre: ¡qué mala suerte ha tenido tu hijo! Cuida un caballo desde pequeño y cuando crece se le escapa. El padre respondió lo mismo: tal vez sea una desgracia o tal vez sea una suerte.

Pasó el tiempo y un día el caballo volvió seguido de una manada salvaje. El niño, que se había convertido en un muchacho, consiguió capturarlos y se quedó con ellos. El vecino entrometido volvió a decirle al padre: ¡Realmente tu hijo tiene suerte! cría un potro y se le escapa y vuelve a casa con una manada. El padre miró al vecino y le respondió como siempre: Tal vez sea una suerte o tal vez una desgracia.

Tiempo después el muchacho estaba domando uno de los caballos cuando se cayó y se rompió una pierna. El vecino, que andaba cerca, le dijo entonces al padre: ¡esto sí es mala suerte! el caballo huye, vuelve a casa con una manada salvaje, tu hijo, después de un tiempo de felicidad, se pone a domar los animales y se rompe una pierna. El padre, con la misma tranquilidad de siempre, le contestó: Tal vez sea una desgracia o tal vez sea una suerte.

Días más tarde, el reino en el que vivían declaró la guerra al reino vecino, y llamaron a las armas a todos los jóvenes, menos al muchacho porque tenía la pierna rota. El vecino, desesperado porque habían reclutado a su hijo, se lamentó al padre del joven: Tu hijo sí que tiene suerte. Bendita la hora en que se rompió la pierna. El padre lo miró fijamente y le dijo: tal vez sea una suerte o tal vez una desgracia.

Cuestionario del texto

1. ¿Cuál puede ser el significado de esta historia?
2. ¿Qué opinas acerca de la actitud del padre? ¿Y la del vecino?
3. ¿Qué ventajas puede tener pensar así? ¿Y qué inconvenientes?
4. ¿Consideras que es aplicable a cualquier situación de la vida? ¿A cuál no?
5. Realiza algún otro comentario que te produzca la narración.

viernes, 4 de noviembre de 2011

TEMA 9. EL REGIONALISMO Y LOS NACIONALISMOS. EL MOVIMIENTO OBRERO DURANTE LA RESTAURACIÓN

La época de la Restauración 1874-1923.

Apartado 3. El regionalismo y los nacionalismos. El movimiento obrero

1. Introducción

La Restauración es una etapa de estabilidad de la Historia de España que se extiende desde el año 1874, en el se reestablece la monarquía borbónica tras la Primera República, hasta 1923, fecha en la se produce el golpe militar del general Primo de Rivera.

2. El regionalismo y los nacionalismos en la época de la Restauración

Uno de los fenómenos más destacados durante la Restauración fue la aparición de diversos movimientos regionalistas y nacionalistas de carácter político-cultural en Cataluña y el País Vasco y en mucha menor medida en Galicia, Valencia o Andalucía.

El regionalismo es un movimiento que reivindica el reconocimiento de la identidad diferencial de una región, ya sea cultural, económica, administrativa o política. Propugna un Estado descentralizado y en algunos casos el federalismo. Cuando este movimiento acentúa su dimensión política y reivindica altas cotas de autogobierno, basándose en el principio de las nacionalidades -a cada nación un Estado- se define como nacionalismo. Este término se extendió a fines del siglo XIX cuando los nacionalistas incidieron en el sistema político a través de partidos bien estructurados.

El nacionalismo puede ser formulado siguiendo planteamientos más o menos radicales, que van desde la petición de autonomía, manteniendo la unidad de España hasta la reclamación de autodeterminación o independencia. Normalmente encontraron apoyo social en las burguesías regionales. En algunos casos, llegaron a encontrar proyección política al promover partidos políticos como el Partido Nacionalista Vasco (PNV) o la Unión Catalanista y la Liga Regionalista de Cataluña.

A finales del siglo XIX, los movimientos regionalistas y nacionalistas catalanes vivieron un gran auge. Se ha intentado resumir el nacionalismo catalán en dos palabras: arancel y poesía, aludiendo a sus raíces económicas y culturales. Los catalanes deseaban un arancel alto para proteger su industria y defendían el uso de la lengua catalana. El nacionalismo catalán no era homogéneo: podemos encontrar desde federalistas republicanos hasta conservadores moderados no independentistas. Las aspiraciones políticas de los nacionalistas catalanes se expresaron en las Bases de Manresa (1892), el primer manifiesto nacionalista catalán que propugnaba el autogobierno para la región, pero sin ser separatista. Reivindicaba un poder regional autónomo de carácter tradicionalista y antiliberal. Fue elaborado por la Unión Catalanista, partido al que pertenecía Enric Prat de la Riba, uno de los primeros representantes del nacionalismo catalán.

A diferencia de una corriente nacionalista cultural y económica como la catalana, con un trasfondo político, en el País Vasco surgió un nacionalismo más radical inspirado por Sabino Arana. Arana fue un abogado bilbaíno, de clase media, procedente de una familia carlista. Fue el primer formulador del nacionalismo vasco, fundador del PNV a finales del siglo XIX. Creó toda una simbología nacionalista vasca como el nombre de Euskadi, la ikurriña e incluso el himno nacional, actualmente el oficial de la comunidad autónoma vasca. La hostilidad a lo español fueron para él las señas de identidad del nacionalismo. Este primer nacionalismo vasco, reivindicaba el derecho de los vascos a convertirse en nación independiente. El nacionalismo vasco de esta etapa exaltaba míticamente la raza, el pueblo y la lengua vasca. Predicaban el desprecio a los de “fuera”, los llamados MAKETOS, habitualmente castellanos, gallegos y andaluces que habían emigrado al País Vasco para trabajar en las fábricas vascas. Este primer nacionalismo vasco, ligado a Arana, fue muy conservador, antiliberal y católico integrista. El PNV encontró sus principales apoyos entre la pequeña burguesía y el mundo rural.

3. El movimiento obrero en la época de la Restauración

El movimiento obrero nació como respuesta de las clases trabajadoras a las duras condiciones de trabajo, las desigualdades sociales y la ausencia de legislación laboral que se dio desde los inicios de la industrialización y la aplicación de un sistema económico capitalista.

A lo largo del siglo XIX, los obreros adquirieron conciencia colectiva de pertenencia a una clase de intereses comunes. Esto condujo a los trabajadores a organizarse para defender sus derechos a través de diferentes formas de reivindicación y protesta que desde Europa se extendieron hacia España.

El movimiento obrero empezó a convertirse en oposición política a partir de inicios del siglo XX, cuando arraigó en los centros urbanos industrializados. En el desarrollo del movimiento obrero encontramos dos tendencias básicamente: el anarquismo y el socialismo.

Los anarquistas deseaban la abolición del Estado con todas sus instituciones (gobierno, ejército, policía…), la supresión de la propiedad privada y la defensa del colectivismo, es decir, que los medios de producción fuesen colectivos. También defendían la revolución violenta y el recurso a huelgas generales, sabotajes y actos terroristas como medios para destruir el Estado. Eran anticlericales. La violencia y el terrorismo anarquista protagonizaron la década de los ochenta y sobre todo de los noventa, fundamentalmente en Andalucía y Cataluña.

El anarquismo, que presentaba muchas divisiones internas, fue duramente reprimido por los gobiernos de la Restauración. El anarquismo consiguió una mayor aceptación social, tanto en el campo, especialmente el andaluz como en los centros industriales, sobre todo de Cataluña. Pero a diferencia del socialismo, se negaba a participar en la acción política. Creían en la acción directa organizada a partir de los sindicatos, aunque en la década de los años 90 fueron frecuentes las acciones violentas individuales.

El sindicato anarquista CNT (Confederación nacional de trabajadores) fue el sindicato con mayor número de afiliados, en su mayoría jornaleros andaluces y obreros industriales catalanes y levantinos. Se implantaron en todos los ámbitos laborales. La bomba en el Liceo de Barcelona (1893) y el asesinato de Cánovas en San Sebastián (1897) fueron dos ejemplos de esta táctica y señalaron los enemigos contra los que los anarquistas luchaban: los burgueses y los políticos de la Restauración. La influencia del anarquismo fue dominante en Cataluña, Levante y Andalucía.

De gran influencia política iba a ser el otro gran movimiento ideológico proletario, el socialismo. El socialismo es una doctrina económica, social y política que propugna la justa distribución de la riqueza, condenan la propiedad privada y la transformación radical de la sociedad. Promueven la colectivización de los medios de producción, de cambio y de distribución. En definitiva, el control estatal de los sectores económicos.

En 1879, Pablo Iglesias fundó en la clandestinidad en Madrid el PSOE (Partido Socialista Obrero Español). Pocos años después se fundó la UGT (Unión General de Trabajadores), sindicato afín al socialismo. La UGT se extendió sobre todo en Madrid y en el Norte (Asturias y País Vasco). En su primera etapa, los socialistas se centraron en reivindicaciones laborales, preocupados por mejoras en salarios, horarios y condiciones de trabajo. El PSOE no tuvo significación política hasta 1910, cuando consiguió un diputado en las Cortes. La UGT y el PSOE mantuvieron pésimas relaciones con las asociaciones obreras anarquistas, les separaban importantes diferencias ideológicas en cuanto a fines y medios para conseguir sus objetivos. Así se demostró en España durante la crisis de 1917.

4. Conclusión

Durante la etapa de la Restauración se produjo un gran desarrollo de los movimientos regionalistas y nacionalistas -en paralelo a otros países europeos-, que colisionaron con el centralismo de los gobiernos de la Restauración. La Restauración miró con recelo tanto a los movimientos nacionalistas como a los obreros, pues los consideraban un peligro para la estabilidad del orden establecido.

martes, 1 de noviembre de 2011

VIDEOS SOBRE LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y LA MINERÍA E INDUSTRIA EN ESPAÑA (ÉPOCA RESTAURACIÓN)

Aquí os dejo varios vídeos relativos a la revolución industrial.
Minería e industria en España y Minería y siderurgia españolas en el siglo XIX
Y no podemos olvidar la presencia del tema de la industrialización y la alienación que puede suponer para el hombre en la genial película de Chaplin Tiempos Modernos.

PARA TUTORÍA: LAS REGLAS DE BILL GATES

Las reglas para la juventud según se le ha atribuido a Bill Gates.